Es frecuente que el estudiante que se propone a realizar un trabajo de investigación, si bien pueda tener la certeza acerca de qué quiere investigar, se consiga con inconvenientes de tipo metodológico que dificulten la estructuración de un trabajo coherente. Estos inconvenientes pueden estar relacionados con aspectos no comprendidos o “lagunas” que no fueron resueltas en su momento.
De igual manera, al estudiante-investigador se le dificulta saber qué tan profundo o exhaustivo deberá abordar el tema que le interesa, también puede desconocer si está preparado para asumir el reto y, finalmente, si dispondrá de los recursos, de toda índole, necesarios para culminar su estudio.
Por consiguiente, es primordial que el estudiante-investigador, con la ayuda de su tutor(a) pueda llegar a certezas acerca de:
- La delimitación del tema
- El tipo de investigación, de acuerdo al problema planteado y según los objetivos de estudio propuestos.
- El nivel de profundidad hasta donde será conveniente llegar dentro del estudio.
- La manera de abordarlo, es decir si se indagará en un contexto propio del área profesional del investigador, si conoce quiénes serán las personas objeto de estudio, qué tanto participarán los investigados o si énfasis radicará en el punto de vista del investigador.
- Un diseño que refleje el dónde, el cuándo y la amplitud de la información a recopilar.
- También es importante que se precise si hay acceso a los recursos y facilidades que serán imprescindibles para llevar a cabo el trabajo.
De igual manera, es primordial que el investigador conozca sus aspiraciones pero también sus limitaciones en cuanto a la posibilidad de conducir a buen término la investigación que realice. Esto último tiene que ver con los aspectos éticos que se deben seguir en todo momento, entre los cuales destacan también:
- El reconocimiento de las fuentes, autores consultados y personas que hayan realizado aportes al trabajo.
- El respeto a las personas objeto de estudio
- Garantía de la validez y confianza de los datos obtenidos
- Interpretaciones fundamentadas en la teoría estudiada, lo cual lleve a conclusiones donde prevalezca la verdad.
Cuidar estos aspectos permitirá la culminación de un trabajo de investigación que pueda ser relevante y de interés para otras personas.
Surge entonces la necesidad de que el investigador pueda ubicar sus ideas dentro de un esquema de trabajo coherente que facilite el desarrollo de los apartados anteriores. Para ello, debe leer y para lograr una visión clara de lo que es un paradigma y las dimensiones epistémicas, teóricas y metodológicas que conllevan el estudio de los principales modelos. Asimismo, considerar la posibilidad de asumir una postura integradora y complementaria más que paradigmática, con respecto a la manera de abordar el trabajo de investigación.
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