Los avances tecnológicos han permitido un mayor y fácil acceso a los servicios bancarios, que, bien utilizados, promueven el bienestar individual y familiar, así como el desarrollo económico de la sociedad.
Si bien en Venezuela la situación política ha distorsionado el desarrollo de una economía sana y próspera, es aconsejable que los estudiantes tengan formación financiera al alcance de su nivel cognitivo. Esto con el fin de que sean consientes de cómo los padres manejan el dinero que hace posible pagar las cuentas y mantener una calidad de vida adecuada para toda la familia.
Por lo tanto, es importante para los niños saber que en la vida cotidiana se toman decisiones financieras, desde cuestiones sencillas, como ir al mercado, hasta la compra de una casa o invertir en un negocio, decisiones que muchas veces se realizan sin poseer conocimientos adecuados. Si las personas adquieren estos conceptos desde la niñez, podrán desarrollar hábitos financieros sanos que les permitan llegar a ser adultos financieramente independientes y responsables.
El comportamiento financiero afecta directamente al entorno personal y familiar, desde la búsqueda de financiación para los estudios hasta planificar la renta de cara a la jubilación. También es justo recordar que el comportamiento socialmente irresponsable de gobiernos y entidades financieras ha sido causante de graves crisis económicas, sociales y políticas.
La persona que no cuente con una cultura financiera adecuada no podrá entender las coyunturas (momentos históricos, en este caso de tipo económico) y tomar decisiones que le ayuden a aprovechar las oportunidades que le ofrece la banca y el mercado en general. Tampoco comprender los riesgos de tomar decisiones que pueden poner en peligro el patrimonio familiar.
En este sentido, numerosas organizaciones e influencers han desarrollado cátedras, talleres y plataformas con el objetivo de desarrollar en las personas competencias económico–financieras desde edades tempranas para fortalecer su futuro e impulsar la formación de líderes emprendedores.
En el caso de los niños, la idea es aportarles nociones básicas, conceptos claves como propiedad, efectivo, ahorro, entre otros.
Para Laura Mascaró (abogada, conferencista y promotora del método homeschooling) el concepto de "efectivo" es lo concreto, lo tangible. Es un buen elemento para comenzar a enseñar a los niños.
La formación financiera también incluye maneras de gestionar el dinero. En este sentido, la paga (mesada) es el mecanismo para otorgar confianza al niño, permite crear límites, formar conciencia de que no se puede tener todo. Por ejemplo, al gastar la mesada en golosinas costosas o juegos de Internet, ya no contará con dinero para ir al cine.
Una paga adicional no se debe vincular a tareas cotidianas (cepillarse, sacar la basura, poner la mesa, limpiar u ordenar la habitación). Pero sí con tareas especiales (pintar una reja, pared), algo que eventualmente podría hacer otra persona contratada.
Para finalizar, la educación financiera aporta conocimientos acerca de conceptos importantes que se usarán toda la vida, favorece un consumo inteligente de productos financieros, basado en decisiones bien fundamentadas y es una manera de formar niños consientes y responsables con respecto a la gestión del dinero.
Fuentes
- Laura Mascaró. ¿Cómo enseñar educación financiera a los niños? Value School
- Comité Económico y Social Europeo Educación financiera para todos
- 1, 2, 3 Educación financiera para niños y jóvenes: Cultura financiera para las nuevas generaciones
