21 de marzo de 2020

4 Errores al implementar e-Learning por primera vez




Por Luz Marina Tirado G.

El e-learning es una metodología de aprendizaje que conlleva asumir retos, responsabilidades, investigar, realizar actividades con un alto grado de seriedad y compromiso tanto de quien construye contenidos, como de quien elige estudiar bajo esta modalidad.  


Para gran parte de las personas, significa hacer la transición de un aprendizaje tradicional a otro en el que el manejo del tiempo, realización de actividades, entrega de asignaciones, indagación y demás compromisos, supone que la responsabilidad se convierta en el mejor aliado para alcanzar el éxito. 

Se sabe que en la escuela tradicional el tutor, profesor, instructor o facilitador, entre otros, es quien asume casi en su totalidad el compromiso del manejo de los contenidos en un aula de clase. Por este motivo, la participación del alumno se centra a la realización de actividades mediante talleres, encuestas, trabajos en grupo o tareas para la casa, lo que no garantiza que sea el estudiante quien realice la asignación. Puede ocurrir que reciba ayuda de alguien más, ya sea familia, docentes privados o, simplemente, que haga búsquedas en Internet, sin realizar mayores análisis, ni citar las fuentes consultadas.

Numerosas entidades educativas han incursionado en el montaje de contenidos en línea, con el fin de optimizar tiempo, fomentar la investigación, el trabajo autónomo y la participación activa tanto del alumno como del docente, con resultados más o menos exitosos.

Por otra parte, una de las consecuencias de la carencia de un modelo pedagógico online es el abandono total o parcial del trabajo por parte del equipo de docentes, inversiones que se pierden, plataformas con contenidos sin orden, coherencia o adecuada apariencia, lo que dificulta a estudiantes y representantes apreciar qué es lo que la institución pretende al trasladar parte de su currículo a un entorno poco claro, difícil de entender para el usuario y que puede llegar a generar confusión y, consecuentemente, disminuir la calidad de la enseñanza. 

Es por ello que, con base en experiencias sobre este tema, se describen cuatro errores a evitar al implementar contenidos en una plataforma e-learning:

1. Diseño de la plataforma sin asesoría experta
Es importante asesorarse con especialistas en el tema, acerca del tipo de plataforma que se quiere montar, ya que es necesario realizar un estudio previo sobre la cobertura y cantidad de asignaturas, número de alumnos a matricular, tipo de población (acceso a recursos y medios para conexión y expansión, estrato o clase social del usuario promedio, nivel educativo, etc.), factores que influyen a la hora de hacer un buen montaje, ya que en la cultura latinoamericana existen poblaciones vulnerables, que no cuentan con conexión a Internet y, mucho menos, garantías en un buen servicio a pesar de los esfuerzos de los gobiernos por brindar una cobertura con igualdad de condiciones para las mayorías.

2. Administrador de plataforma con pocos conocimientos del proceso educativo
Un buen administrador no es solamente quien domina la gestión técnica de la plataforma, sino que debe ser una persona con un alto sentido de responsabilidad, atento al mantenimiento de la matrícula, lo cual incluye la identificación de todos los usuarios y atención a sus necesidades.

Es también el responsable de garantizar la estabilidad del sitio, capacitar al personal en el manejo de los módulos y dar solución oportuna a cualquier eventualidad que se presente durante las sesiones, sin que se afecte el trabajo de los demás tutores. Es común encontrar instituciones que asignan esta labor a la persona encargada del manejo de la red y mantenimiento de los servidores, quien, seguramente, no cuenta con  conocimientos en el montaje de módulos educativos y tampoco en el diseño de contenidos.

Por ello, cuando el administrador del sitio es quien, a su vez, ejerce el papel de diseñador de contenidos, el resultado suele ser una identidad institucional online defectuosa, que refleja carencias tanto de planeación, como de estructura pedagógica para el trabajo en línea.

3. Docentes o tutores sin formación
Se trata de un aspecto crítico y sensible para el éxito de la plataforma institucional. No basta con que los docentes y futuros tutores reciban un curso de capacitación corto (de 4 o 6 horas, por ejemplo), que sólo muestre, de manera general, cómo navegar y  manipular las distintas herramientas del sitio, con breves explicaciones, sin indicaciones mínimas sobre los lineamientos y formatos institucionales. 

Esto trae como consecuencia que se monten contenidos, vídeos, archivos descargables y copias de libros, entre otros, sin que los docentes lleguen a explorar todo el potencial que posee la plataforma para el trabajo colaborativo y participativo. Esto puede hacer de la experiencia una verdadera “tortura” para el alumno, una interacción aburrida y sin sentido que, al final, lo llevará a abandonar y no retornar al sitio, lo que implica que no se cumplirá con el propósito de la plataforma y se perderá la inversión.

4. Alumnos desmotivados
Estudiar en una plataforma e-learning debe ser, para el alumno, una modalidad que le cautive con los contenidos allí presentados, un espacio que le sea significativo, no un lugar que le desmotive y aburra con el tiempo.

Es necesario clarificar que estas son herramientas diseñadas para participar, compartir ideas, generar espacios de discusión, tener contacto con los compañeros y facilitadores, donde lo primordial es ser activo, participativo, proactivo y no un estudiante pasivo, quien al no contar con una correcta inducción, ni motivación adecuada, termina por abandonar el proceso.

Errores como estos, son algunos de los que se cometen con mayor frecuencia y obedecen, básicamente, al desconocimiento, falta de asesoría, insuficiente tiempo para la planeación, diseño y formación, además de un posible afán por querer estar a la vanguardia con países más avanzados en la cultura online.

Es importante planificar para ser eficiente y eficaz en el montaje de una plataforma e-learnig. Esto supone elaborar un cronograma de cada una de las fases del proyecto, definir roles y, lo más importante, prevenir situaciones en las que el personal y alumnos se vean recargados de trabajo, agotados mentalmente y desmotivados.

Es importante señalar que diseñar, implementar e interactuar en un ambiente virtual es una responsabilidad compartida entre docentes, alumnos y padres de familia, un trabajo en conjunto de todos los actores, desde el momento en que se concibe el proyecto.

Resumen
Es indispensable planificar el proyecto en su totalidad, elaborar un cronograma de cada una de las fases, definir roles para cada integrante del equipo y, lo más importante, prevenir situaciones en las que el personal y alumnos se vean recargados de trabajo, agotados mentalmente y desmotivados.
                                            
Luz Marina Tirado G. 
Fuente: Elearning Actual


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